lunes, 24 de diciembre de 2012

Happy New Year

Dieciocho años después de ver el mundo por primera vez, ahora éste se me antoja extraño, diferente, y oscuro. Llega un momento en la vida de todo mortal en el que debemos plantearnos de nuevo nuestras metas. Acaba ese periodo de la vida en el que todo es perfecto,las preocupaciones se cuentan con los dedos y se sufre por un suspenso, no por un corazón roto. Ahora es cuando nos toca abrir los ojos de par en par y estar preparados para saltar. Crees saber qué es lo que te llena, crees entenderlo todo, crees que tomas las decisiones correctas. De repente tu mundo se cuelga de una rama y se voltea todo lo que hay en él: la amistad, las aspiraciones, la familia, las relaciones, los sueños, las prioridades. El orden que meticulosamente habías diseñado desde primaria se altera, la lista de "cosas que hacer cuando llegue a la universidad" se vuelve tan inútil que optas por romperla en mil pedazos. Ya no sabes que quieres, ni que haces, ni quien eres. Toca empezar de nuevo, pero ahora necesitas mucha más fuerza y figuras en las que apoyarte para convertirte en la persona que siempre has querido ser. Buscas entre tus recuerdos que fue aquello que te definió durante tanto tiempo, cuál era la base de tu ser, pero solo encuentras un poco de purpurina, tres cartas y las letras de unas cuantas canciones. Ya no es suficiente, ahora el mundo y la vida son algo real, un lugar en el que debes sentirte a gusto, porque al fin y al cabo, vas a pasar en él la mayor parte de tu vida.