domingo, 23 de septiembre de 2012

She's the writter

Días como hoy, en los que el aire huele a lluvia y el otoño se asoma por tu ventana. Todo es igual que simpre pero algo en tu interior se alza, y te reclama, reclama esas ansias de volar que te caracterizaban, de despenderte de todo, y soñar. Escapar del paisaje mundano y volver alli, a sentirte llena.
Emociones como esta aparecen cada cierto tiempo, y son mas fuertes que la propia voluntad, te arrastran hasta que consiguen que atrapes todo en unas cuantas lineas, que puede que para el universo no tengan ningun sentido pero que para ti son el comienzo, volver a intentarlo, volver a escribir.
El mundo se te antoja diferente, cambiado desde la ulima vez que lo capturaste, pero te sientes como en casa, la fluidez aparece y tus dedos se deslizan ágiles sobre el teclado. El sentimiento es sobrecogedor: primero incertidumbre y despues asombro, nada ni nadie te puede asegurar sobre qué tratará esta vez, y ese es precisamente el motivo, es la razon por la que lo haces, descubrir escribiendo qué es lo que te reconcome, qué es lo que de verdad quieres expresar, qué quieren decir tantos sentimientos encontrados.
Hasta el mismo momento en que comienzas no sabes de que hablarás,todo va surgiendo, lentamente, todo avanza, a tu ritmo, tu marcas los tiempos, los minutos andan contigo, hasta que tu mente queda saciada; ya has descargado tu corazón, ya puedes dormir tranquilo.

sábado, 22 de septiembre de 2012

Before I Fall

NO SABEMOS NADA DE LA VIDA. Al menos no de la V.I.D.A en sí. 
Y así, el mero hecho de temer lo que no conocemos, nos hace improvisar un caparazón en el que resguardarnos del frio de la vida. Gritamos, nos peleamos, bebemos, fumamos, insultamos, incitamos al riesgo, tentamos a la suerte… Resumiendo: intentamos demostrar que no hay nada que pueda con nosotros, que les hemos ganado, que somos más fuertes que aquellos que perecieron en esta lucha que es la vida. 
Pero un buen dia, de buenas a primeras, descubrimos que ya nada de eso importa. Algo ha cambiado y es que por hache o por be la muerte ha aparecido en nuestras vidas. Lo hemos visto, lo hemos sentido, nos ha rozado con su impasividad. Y nos hemos dado cuenta de que todavía nos falta una cosa a la que hacerle frente y a la que sabemos que no tendremos nunca posibilidades de ganar. Llevamos las de perder.
Aún así, le ha pasado al vecino, yo todavía tengo mucha vida por delante. No nos percatamos de que esta es la gran mentira en la que hemos vivido siempre atrapados. Y cuando llegue el momento no tendremos tiempo para pararnos a pensar en si hicimos las cosas bien, si tomamos las decisiones correctas, si ofrecimos todo lo que podíamos haber ofrecido o si disfrutamos de todos aquellos detalles irrepetibles.
Puede que en realidad no hayamos vivido nada. Oh si! El otro dia me fumé tres petas seguidos y me crucé la autopista bailando el waka-waka. Pero de eso ya no puedo acordarme. Es más, solo lo sé gracias a que alguien tuvo el detalle de contármelo. Pero ¿hace cuanto no me hecho unas risas con mi madre leyendo las revistas del corazón?,¿o hace cuanto no machaco a mi padre jugando a la play?
La clave es: ¿por qué pensarlo después? Qué sentido tienen los remordimientos? Entonces ya no tendremos voluntad ni capaciad para cambiar nada. Ahora es cuando debemos cambiar. Aprendamos de la vida, de la vida que se nos ofrece y que desperdiciamos en nuestros caprichos y complejos. Y aprendamos de los demás. Cambiemos por los demás. Si la buena acción tiene un fin egoísta, nunca será una buena obra, y por lo tanto al largo plazo no nos compensara el haberlo hecho. No habremos disfrutado ni aprendido nada.
Luchemos por aprender de la vida y asi cuando lleguemos al final – que puede presentarse en cualquier momento - pensemos: estoy listo para marcharme. Y que desde el otro lado no simplemente nos recuerden, sino que nos admiren para siempre.